domingo, 18 de septiembre de 2016

Congo: primera partida e impresiones

Por fin he podido probar Congo. Me ha parecido un juego bastante redondo a pesar de ser ligero y sencillo. Reproduce bastante bien el espíritu peliculero de una aventura en el África colonial, sin perder la profundidad necesaria como para que se vuelva aburrido.


Un poco sobre las mecánicas

Los turnos en Congo se dividen en fases de acción, divididas en tres subfases. Al principio de dicha fase elegimos de entre una reserva de cartas, las tres que jugaremos en cada una de las subfases. El resto se recuperan al final del turno. Las cartas nos dicen qué es lo que podemos hacer: mover, disparar o influenciar, y cuándo lo podemos hacer, mediante una puntuación de iniciativa.

Ambos jugadores revelan la carta de acción a la vez, y la resuelven en función de la iniciativa (mayor es mejor).

Aparte cada turno se coge una carta tótem, que nos va a permitir introducir pequeños cambios (ganar la iniciativa, jugar una acción extra, aumentar el alcance de nuestras armas...)

Disparar y combatir cuerpo a cuerpo es bastante fácil y consiste en tirar tantos dados como miniaturas realicen la acción. 5 o más es un éxito. Cuanto mejor sea la tropa, mejor será su dado, que puede ser de 6, 8, o 10.

Con la acción de influenciar, podemos causar estrés a las tropas enemigas o recuperar el nuestro propio (el estrés es una especie de fatiga que hará que nuestras tropas vean mermado su rendimiento).

Aparte de lo básico hay un montón de reglas que le dan sabor al juego, como el terreno peligroso, que obliga a tirar en una tabla y puede dar lugar a la aparición de animales salvajes o el encuentro de algún tesoro perdido.

Primera partida

Hemos jugado el escenario de las banderas, que viene a reproducir el conflicto colonial y la fijación de fronteras. Los dos bandos (expedición de hombres blancos) tenían que apoderarse de las banderas situados en medio del mapa (en el río; infestado de cocodrilos para más señas), y sacarlas por su lado de la mesa. También se puntuaba por eliminar grupos enemigos, pero se trataba de un objetivo secundario.

Debido a imponderables del destino (había torneo en la tienda, con lo que la escenografía era muy limitada) hemos tenido que jugar en terreno nevado. ¿Kilimanjaro? ;D


Los jóvenes guerreros se sitúan tras cobertura, preparados para capturar la bandera.




Un gorila despistado, ajeno a los conflictos del hombre blanco, se pasea por la ribera del río.



Una terrible descarga de fusil efectuada por los askaris, liderados por el explorador, elimina de una vez el grupo de soldados británicos enemigos.


Los jóvenes guerreros demuestran su valentía al capturar una de las banderas (que a la postre sería la única que conseguiría su bando)




Los askari entrenados, al mando de un viejo oficial retirado, aguardan, cubiertos en la espesura, el momento de actuar (que nunca llegaría)


El experimentado explorador obliga a retroceder a los aventureros enemigos tras un fiero combate cuerpo a cuerpo, pero solo provoca una baja en el grupo (0 puntos de victoria)


Los ruga ruga celebran con algarabía la aniquilación del grupo de jóvenes guerreros a los que acaban de pasar a cuchillo sin muchos problemas.


El escenario en sí me ha parecido un poco corta rollos, ya que el bando enemigo se ha echado en tromba a por las banderas, y cuando he querido reaccionar ya las había sacado de la mesa. A pesar de haber matado un par de grupos, no he conseguido puntuar demasiado. Tengo que volver a revisarlo, para ver si lo hemos hecho bien. Por lo pronto, hay un par de reglas que no hemos utilizado (el primer turno llovía a cántaros, y las cartas de acción se elegían al azar), pero la verdad es que nos ha gustado mucho y seguro que repetiremos en cuanto podamos.

2 comentarios:

  1. que ganas tengo de probar el juego, a mi me llama mucho la antencion, gracias por el reportaje

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    1. Me alegro de que te haya gustado.
      Si estás por Madrid, lo probamos cuando quieras :)

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